Descubra qué hacer para asegurarse de que su hijo pase menos tiempo en su teléfono inteligente. Es necesario animarlo a otras actividades.
El uso del teléfono móvil se ha vuelto cada vez más común hoy en día, incluso entre niños y adolescentes. Es prácticamente imposible encontrar un pequeño que no tenga acceso a juegos y aplicaciones de vídeo, aunque sea en el móvil de sus padres o tutores. El problema es que estos niños a menudo dejan de realizar actividades fuera de línea, pasan mucho tiempo en el dispositivo y eventualmente desarrollan una adicción.
Según los expertos, este uso constante del teléfono móvil puede tener un impacto significativo en el desarrollo neuronal y el bienestar. El exceso de juego y redes sociales activa el sistema de recompensa del cerebro, lo que hace que algunos de estos niños y adolescentes se vuelvan adictos, ya que se libera dopamina, un neurotransmisor que genera bienestar. Además, el uso continuo del teléfono móvil también puede provocar una disminución de la capacidad de concentración.
Sin embargo, los padres pueden ayudar a controlar el uso del dispositivo, analizando la forma en que su hijo usa el celular, verificando el contenido al que accede, el tiempo dedicado durante el día y fomentando la práctica de actividades fuera de internet, como fútbol, baile, natación. , jugar afuera y más.
Descubre ahora cómo actuar cuando tu hijo no deja el móvil y protégelo de los efectos que provoca el uso excesivo del smartphone.
Uso excesivo del celular
Según la Sociedad Brasileña de Pediatría (SBP), la uso excesivo del celular y otros dispositivos electrónicos también pueden tener impactos negativos en el sueño y el estado de ánimo de niños y adolescentes. Entre los principales problemas citados por la Sociedad se encuentra la ansiedad, que provoca comportamientos como: agitación, irritabilidad, insomnio, tensión, dolor y otros cambios de comportamiento.
Estos cambios incluyen: dificultad para interactuar, problemas con el rendimiento académico, problemas visuales y auditivos, disminución de la actividad física y otros que afectan las actividades diarias.
La SBP estipula un máximo de tres horas diarias de pantalla para adolescentes entre 11 y 18 años y recomienda que este tiempo se distribuya a lo largo del día. Según las recomendaciones, se debería restringir el uso de pantallas en la infancia, no teniendo ningún tipo de acceso los niños menores de dos años. Los niños de entre 2 y 10 años pueden utilizar el dispositivo un máximo de una hora al día.
Además de controlar este tiempo, también es necesario que los padres presten atención al contenido al que acceden sus hijos, me gustan los juegos Videos inapropiados para la edad, que pueden influir aún más en el comportamiento inapropiado.
como resolver
Si el padre observa que el niño no accede a contenidos inapropiados, es necesario analizar el tiempo de uso del dispositivo. Si el celular le está quitando tiempo a actividades ideales para el desarrollo del niño, lo ideal es revisar la situación.
El niño debe tener tiempo para jugar, interactuar con familiares y amigos, hacer ejercicio, dormir bien y dedicarse a actividades. actividades escolares. Estas actividades fuera del mundo online promueven el desarrollo neuropsicomotor y se asocian a hábitos saludables, ofreciendo un mayor bienestar.
Si su hijo pasa mucho tiempo con su teléfono celular, puede ayudarlo de la siguiente manera:
– Estimular otras actividades;
– No entregues tu celular en momentos de frustración;
– No regales tu celular como recompensa;
– Dar ejemplo.
En este último caso, debes darte cuenta del tiempo que has pasado frente a tu smartphone y dar ejemplo a tus pequeños, mediante un uso moderado y saludable, ya que los niños admiran a sus padres y acaban imitando algunas conductas.