En la era de los teléfonos inteligentes, si bien la fragilidad de los dispositivos es una preocupación constante, recientemente ha surgido una historia sorprendente. ¿Qué pasaría si un iPhone se cayera de un avión en pleno vuelo? La increíble respuesta a esta pregunta ha intrigado a todos, y los expertos se están reuniendo para explicar las razones detrás de este sorprendente fenómeno.
El increíble hallazgo
La historia comienza con el vuelo 1282 de Alaska Airlines, que despegó del aeropuerto de Portland. Apenas 10 minutos después del despegue, una sección del fuselaje se soltó, lo que provocó que la cabina se despresurizara y se declarara una emergencia. En este momento crítico, un iPhone ganó protagonismo tras sobrevivir al accidente aéreo.
Sean Bates, un residente cerca de Portland, encontró su iPhone en el suelo mientras caminaba por su vecindario. El dispositivo estaba en modo avión y mostraba la tarjeta de embarque del vuelo. Después de contactar a las autoridades y consultar los medios, se dio cuenta de la conexión entre el iPhone encontrado y el incidente del vuelo. Sorprendentemente, el iPhone estaba prácticamente intacto, con sólo algunos arañazos, a pesar de haber caído desde una altura de 4,8 kilómetros.
El misterio de la supervivencia
Pero ¿cómo es posible que un iPhone sobreviva a una caída tan extrema? Los expertos en física e ingeniería explican que intervienen varios factores.
El profesor Luis Ángel Tejedor, especialista en Ingeniería de Comunicaciones Electrónicas de la Universidad Complutense, explica que están en juego tres elementos clave: la segunda ley de Newton, la superficie de impacto y el diseño del dispositivo. Estos elementos determinan la velocidad a la que cae el objeto.
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Tejedor también destaca la importancia de la fuerza de fricción, que frena la velocidad de caída. Una vez que la fuerza de fricción es igual a la gravedad, el objeto deja de acelerar, independientemente de la altura a la que caiga.
La masa y la superficie del objeto también juegan un papel crucial. Un iPhone, al ser ligero y plano, se desliza con facilidad y alcanza una velocidad máxima relativamente baja durante la caída.
El papel de la suerte y la protección
Además de las leyes de la física, otros factores influyeron en la supervivencia del iPhone. La suerte jugó un papel crucial ya que el dispositivo aterrizó en una zona de césped junto a una carretera, minimizando el impacto.
También es necesario disipar la energía cinética generada en el momento del impacto. La hierba blanda absorbió esta energía, mientras que las superficies duras como el cemento o el asfalto habrían causado daños importantes al celular.
Además, el iPhone estaba equipado con una funda protectora y un protector de pantalla de vidrio templado, lo que aumenta su resistencia a las caídas.
En este extraordinario caso, la combinación de física, suerte y protección dio como resultado la sorprendente supervivencia de un iPhone tras un accidente aéreo. Una historia que seguirá intrigando a todos y destacando la durabilidad de los dispositivos móviles de alta gama.