La creciente preocupación por la seguridad personal se ha intensificado a la luz de los datos recientes sobre robos de teléfonos celulares En Brasil. Recientemente, una encuesta realizada por Datafolha reveló un aumento preocupante en el número de víctimas de este tipo de delito, lo que refleja una realidad alarmante que merece atención.
La encuesta, realizada entre el 11 y el 17 de junio, contó con la participación de 2508 personas mayores de 16 años, en todas las regiones del país. El margen de error de la encuesta es de dos puntos porcentuales, lo que confiere gran relevancia a sus hallazgos. El objetivo de este artículo es explorar las implicaciones de estos datos y ofrecer orientación práctica sobre cómo proteger las aplicaciones y los dispositivos contra robos y hurtos.
Nivel de incidencia y proyecciones

Los datos de Datafolha indican que al 9,21% de los encuestados les robaron el teléfono celular en los últimos 12 meses. La disparidad es notable entre las distintas zonas: el 15% de los residentes de las capitales reportaron haber sido víctimas de este delito, en comparación con el 61% en las zonas rurales. Las ciudades con más de 500.000 habitantes, incluso si no son capitales, tienen una tasa del 141%.
Estas estadísticas sugieren que, considerando la proporción de la población, alrededor de 14,7 millones de brasileños sufrieron robos de celulares durante el período analizado. Esto equivale a aproximadamente 1.680 celulares robados cada hora en el país, una cifra que supera en más de 14 veces los registros oficiales de casos, que totalizaron 937.000 en 2023.
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Subregistro e impactos económicos
La encuesta también revela una alta tasa de subdenuncias, ya que solo el 55% de los encuestados reportó haber denunciado el robo o hurto de sus teléfonos celulares. La falta de registro contribuye a una subdenuncia estimada de 45%. Estos datos son cruciales, ya que muestran que muchos casos no se reconocen oficialmente, lo que puede influir en la percepción pública y las políticas de seguridad.
Además, Datafolha estima que las pérdidas financieras totales causadas por robos y hurtos de celulares alcanzaron los R$22.700 millones en un año. Solo las pérdidas causadas por estafas con Pix o facturas falsas superan esta cifra, con pérdidas de R$25.400 millones.
Medidas de prevención y protección
Dada la alta tasa de robos y hurtos, es fundamental adoptar medidas preventivas para proteger los dispositivos y la información personal. Una estrategia eficaz es proteger las aplicaciones móviles, lo que puede incluir el uso de contraseñas seguras y la activación de la autenticación de dos factores.
Muchos dispositivos ofrecen la posibilidad de bloquear el acceso a aplicaciones específicas, restringiendo su uso a personas no autorizadas. Además, el uso de aplicaciones de rastreo puede ser vital para localizar y, de ser posible, recuperar el dispositivo en caso de robo. Sin embargo, solo el 21% de los encuestados cuenta con seguro contra robo o hurto de sus smartphones, lo que pone de relieve la necesidad de una mayor concienciación sobre la importancia de los seguros y otras formas de protección.
Con estos datos en mente, es fundamental que tanto las personas como las autoridades participen activamente en estrategias de prevención y sensibilización. La situación requiere una respuesta integral que vaya más allá de las simples estadísticas y aborde cuestiones prácticas y políticas para combatir el aumento de estos delitos y minimizar su impacto en la vida de los brasileños.
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