¿Puede el corazón verse afectado por el uso del teléfono móvil? Vea si esto es cierto o un mito en el texto a continuación.
Una investigación realizada por expertos de la Southern Medical University, en China, encontró que dejar el celular a un lado por un tiempo es bueno para la salud. De hecho, según una investigación, hablar por teléfono sólo media hora a la semana puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial. Para lograr estos resultados, la experiencia publicada en el European Heart Journal – Digital Health analizó a 200.000 adultos del Reino Unido durante 12 años.
La información se proporcionó en forma de formulario en el que se preguntaba, por ejemplo, cuántos años habían utilizado su teléfono móvil y cuántas horas semanales dedicaban a él. Consulte los resultados del estudio a continuación.
¿Qué dice la investigación?
Según los resultados, las personas que hablan por su teléfono inteligente durante 30 minutos o más por semana tienen mayor riesgo de hipertensión que aquellas que pasan menos tiempo usando este dispositivo. Esto equivale a utilizar el teléfono sólo 4 minutos y 17 segundos al día. Además, cuando los científicos evaluaron los datos con más detalle, descubrieron que las personas que pasaban más de 6 horas usando sus teléfonos por semana tenían un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta.
Xianhui Qin, uno de los autores del estudio, afirmó que los resultados muestran que hablar por teléfono celular no afecta el riesgo de desarrollar presión arterial alta, siempre y cuando la duración de la llamada semanal sea inferior a media hora.
¿Por qué los teléfonos móviles pueden provocar hipertensión arterial?
El campo electromagnético emitido por el teléfono puede estar relacionado con este fenómeno. Los investigadores explican que los teléfonos móviles emiten energía de radiofrecuencia de bajo nivel. Los estudios han demostrado que esta energía está asociada con un aumento de la presión arterial después de una exposición a corto plazo. Los autores del estudio dijeron que los hallazgos plantean preguntas importantes sobre la seguridad de los teléfonos al realizar o recibir llamadas, especialmente para los usuarios que lo hacen con frecuencia. "Se necesita más investigación para replicar los resultados, pero hasta entonces, parece prudente minimizar las llamadas telefónicas a proteger la salud desde el corazón”, concluyó Qin.
Otras enfermedades
Revisar las redes sociales o jugar un juego rápido en tu teléfono mientras estás en el baño puede parecer inofensivo. Sin embargo, según los expertos, este hábito puede aumentar el riesgo de sufrir hemorroides. La razón es que sentarse en el inodoro durante mucho tiempo puede ejercer presión sobre el tejido de las hemorroides, provocando que las venas alrededor del recto y el ano se hinchen.
Además, en casos más graves, permanecer sentado durante largos periodos en el baño con un teléfono móvil puede aumentar el riesgo de prolapso rectal, una afección en la que partes del intestino sobresalen del ano.
¿Cómo aumenta el riesgo de hemorroides el uso del teléfono móvil en el baño?
Las hemorroides pueden ser externas o internas. Cuando son externas, parecen venas varicosas o coágulos de sangre y pueden verse en el borde del ano. Cuando son internos, se encuentran por encima del esfínter anal y pueden provocar síntomas más agudos. Esto se debe a que con el móvil en la mano las personas suelen pasar más tiempo en el baño. Y sentarse en el inodoro durante mucho tiempo, especialmente sentado sobre una superficie dura, puede ejercer presión sobre los tejidos de las hemorroides. En última instancia, esto contribuye a la inflamación y la hinchazón de las venas alrededor del recto y el ano.
Una investigación realizada por la Universidad Yuzuncu Yl en Turquía también estudió el mismo tema y concluyó que usar un teléfono celular en el baño provoca esfuerzo al defecar. El estudio turco examinó durante siete meses a unos 100 pacientes con y sin hemorroides, de edades comprendidas entre 16 y 65 años. Según los investigadores, las personas que llevan regularmente sus teléfonos inteligentes al baño continuarán con sus esfuerzos de evacuación incluso cuando ya no sea necesario. Esto conduce a un aumento de la presión en las venas rectales, provocando hemorroides.
